| Doctor Martens Smooth, black |
Un poco de historia...
Klaus Martens fue un doctor en la Wehrmacht (las fuerzas armadas de la Alemania nazi) durante la Segunda Guerra Mundial. Éste, se lesionó el tobillo mientras esquiaba y, ya que la mayoría de los zapatos le resultaban incómodos, creó unos con una suela de goma acolchada, con aire y cuero flexible. Junto con su amigo Funck decidió vender las botas, teniendo gran éxito entra las amas de casa. En 1959, el fabricante de zapatos Griggs compró la empresa, comercializando las suelas como AirWair.
Las primeras Dr. Martens salieron a la venta el 1 de abril de 1960, de color rojo cereza. Estas botas, a finales de los sesenta, sería la seña de identidad de los skinheads. Ya a mediados de los setenta, las botas fueron populares entre las estrellas del punk como Sex Pistols y The Clash. También las llevaron los seguidores del estilo grunge en Estados Unidos, así como Kurt Cobain (Nirvana).
En la actualidad, aparte de las botas clásicas, Dr. Martens vende botas y otro tipo de zapatos (incluso sandalias) con una amplia variedad de color y estampados. Hay para todos los gustos.
Mi opinión personal...
Había escuchado todo tipo de comentarios acerca de estas botas: que si aprietan mucho, que si te dejan el talón en carne viva...eso me tiró un poco para atrás, además de que a simple vista se ven muy rígidas, tanto, que parece que jamás se van a amoldar a tu pie (cosa que la marca asegura que ocurrirá). Cuando estuve en la tienda no sabía si decantarme por las granate (cereza) o las negras que combinan con todo. Me decidí por la segunda opción ya que pegan con todo y no me iba a gastar 135€ en algo que no me fuera a poner. Al haber escuchado que apretaban mucho la primera vez que te las ponías estaba dudando entre una 39 o una 40, ya que la 40 no me apretaba nada y en la 39 casi no me cabía el pie. Mi madre me dijo que me comprara la 40, y eso hice. Estuve unos cuantos días poniéndomelas en casa y paseando por el pasillo para acostumbrarme y...la primera vez que salí a la calle con ellas puestas...¡¡madre del amor hermoso!! Me rozaba en los talones una barbaridad, ¡y llevaba dos pares de calcetines de esos gordos gordos y hermosos! Me los puse dos o tres veces más y me seguía doliendo, pero a la cuarta vez (más o menos) ya no me rozaban y SON HIPER SUPER ULTRA CÓMODAS las botas estas, de verdad. Muy, muy, muy cómodas. Y tampoco es que me den mucho calor, pero si hace frío lo noto menos que con cualquier otra bota.
Espero que me duren mucho, tengo una amiga que su madre (es de Inglaterra) se compró unas a los pocos meses de que salieran, y las sigue teniendo. Pensad lo que son más de 60 años de zapatos. Una auténtica barbaridad. Aunque claro, los tiempos han cambiado y ahora las cosas no se hacen tan bien como antes.
Llevo menos de tres meses con ellas y no les encuentro ninguna pega, eso sí, al ser negras (son las de la foto) el polvo se les nota enseguida, o, al menos yo se lo noto. También, para que duren más, hay que darles ciertos cuidados, en la próxima entrada, cuando ya lleve cinco meses con ellas o algo parecido, pondré tips para cuidarlas y que se vean como si estuvieran recién estrenadas.
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